El Ratoncito VanidosoHubo cierta vez un ratoncito que, para verse más guapo, se dejó crecer el rabo más de lo necesario.Sus congéneres, al admirarían larga cola, le repetían a …
Hijos míos —dijo un asno, que enfermó repentinamente—, siento que voy a morir y, cuando ello ocurra, no permitan que los lobos devoren mi cuerpo.
El Cabrito y el LoboUn cabrito observaba, desde la cima de una roca, a un lobo que se calentaba al sol mañanero, con señas de no haber probado bocado …
El Caminante y la FortunaDespués de una jornada de fatigosa caminata, un viajero, que venía de tierras lejanas, se recostó sobre el césped que crecía alrededor de un pozo.Como …
Un pastor tenía un hermoso perro a quien confiaba el cuidado de su rebaño.
El mastín, envanecido por esta confianza, no solo mordía de vez en cuando a las ovejas, …
Un toro, enorme y robusto, que pastaba en la pradera chicoteando la cola por sobre su lomo, dijo, mirando las cristalinas aguas de un riachuelo:
—El día es caluroso. ¡Qué …
Una pobre cierva, a quien le faltaba un ojo, pastaba con cierta quietud a orillas del mar.
Con el lado bueno miraba hacia la tierra donde abundaban los cazadores. El …
El Bufón y el CampesinoLos ciudadanos de Atenas aplaudían los chistes de un bufón que imitaba el gruñido de un marranillo.Un campesino desafió al bufón, diciéndole:—Pido me permitan competir …
¡Tap! ¡tap! ¡tap!...
Un albañil golpeaba los clavos para introducirlos en el muro y asegurar con ellos unas maderas.