La Cierva Tuerta

Fabula La Cierva Tuerta

La Cierva Tuerta

Una pobre cierva, a quien le faltaba un ojo, pastaba con cierta quietud a orillas del mar.

Con el lado bueno miraba hacia la tierra donde abundaban los cazadores. El lado malogrado daba hacia el agua, cuyos peligros no eran de cuidado.

Para su mala suerte, unos muchachos que pescaban en las orillas, se dieron cuenta de la situación de la cierva y dirigieron, sobre seguro, sus tiros sobre ella.

Mortalmente herida, lloraba su desventura, diciendo:

—Ningún daño he recibido por donde lo esperaba; pero sí la muerte por donde menos podría temerla.

Desde entonces, dicen los ciervos, se debe andar con los ojos bien abiertos.

MORALEJA

Para no verte en apuro,
recuerda que nada es seguro.




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