Un león, una vaca, una cabra y una oveja hicieron pacto para cazar en los montes y repartirse en paz cuanto atrapasen.
En un rincón de su madriguera, un lobo daba el toque final a un proyecto largamente acariciado.
Una abeja que había regalado a Júpiter un plato de apetitosa miel, arrancóle la promesa de una gracia.
Muy cerca de cierto bosque crecían, casi juntos, un abeto y un espino en perfecta armonía.
La serpiente y la comadreja, que son enemigas juradas, prefieren a los ratones como predilecto bocado.
Un comerciante, antes de viajar, entregó a su vecino una caja de barritas de oro y plata. A su retorno, el viajero solicitó la devolución de su tesoro.
Una familia de topos vivía cerca de la guarida de un lirón, a cuya puerta llamó un topito para decir...
Érase un perrito muy curioso y preocupado por las cosas que interesaban a su amo.
Érase una noche, que se anunciaba tenebrosa, cuando un estudiante se preparaba a realizar sus tareas.