Categoría: Antivalores
Una tortuga, disgustada de andar siempre por la tierra, rogó al águila la levantase por los aires lo más alto que pudiera.
Un mulo, redondo como una bola, fue llevado a la feria para ofrecerlo en venta. Los compradores, interesados por la presencia imponente de la bestia, le preguntaron:
Hubo, una vez, una ranita presumida que se creía la reina de los batracios del jardín.
La tal rana pasábase el día mirándose en la superficie de las charcas como …
¿Cómo fuiste tan torpe de caer en la trampa?
Así le decía un gorrión a la liebre que, con ayes lastimeros, se quejaba entre las garras de una águila.
Luego, saltando …
Un corpulento y fornido carnero, que había aprendido a topar, fue llevado a un rebaño y le gustaba echarse cerca del pastor.
El muchacho, que le había cobrado cariño, un …
Íbamos de viaje con mi amo —cuenta Esopo— en compañía de muchos esclavos.
Como había buen número de bultos para transportar, motivó discusiones entre los acompañantes.
Esopo, que era el jefe, …
El Perro ViejoUn famoso cazador tenía a su servicio un hermoso perro, terror de las liebres.Cierto día observó que su perro se volvía flojo y desganado.—Será por el engreimiento …
La Casa de SócratesComo el filósofo era pobre, la hacía pequeña y sin lujo. Los falsos amigos que observaban, criticaron:—¡Vaya, qué mamarracho de fachada! —dijo uno de los envidiosos.—¡Qué …
La ApuestaUno de los jóvenes, que celebraba un triunfo, bebió más de la cuenta. En ese momento hizo la más inverosímil apuesta: beber toda el agua del mar.—¿Estás loco? …