Fábula La Zorra y El Leñador
Una zorra, acosada por los cazadores, rogó a un leñador le diera un lugarcito donde guarecerse. El hombre, fingiendo compasión, hizo pasar a la intrusa a su choza.
Cuando llegaron los cazadores y preguntaron al leñador si había visto pasar a una zorra, el hombre les dijo que no, mientras con el dedo señalaba el sitio donde la astuta se había ocultado.
Los cazadores no interpretaron la indicación, pero dieron crédito a la respuesta. La zorra, al ver que se alejaban sus perseguidores, salió sin agradecer.
El leñador le llamó la atención por su falta de gratitud; a lo que la zorra, muy lista, replico:
—Te hubiera agradecido el hospedaje si tus gestos hubieran estado acordes con tus palabras.
Moraleja
Las palabras buenas son si así es el corazón. Clic para tuitear