Fábula El Lobo Disfrazado de Oveja
Un lobo, cierto día, se cubrió con la piel de una oveja que cazó en una de sus correrías.
Así disfrazado, logró confundirse con el resto de ovejas de un rebano y mató, sin piedad, a no pocos inocentes corderitos.
Días después, el pastor llegó a descubrir el embuste del lobo y lo ató del cuello a un árbol, dejándolo colgado para escarmiento de cuantas fieras pasasen por allí.
Otros pastores, viendo colgada una oveja, se extrañaron y, en consecuencia, le preguntaron qué móviles lo habían inducido a castigar a esa inofensiva oveja.
Cuando el interpelado quitó la piel que cubría al lobo, los pastores estuvieron de acuerdo con el castigo del farsante.