Fábula El Labrador y Los Perros
Durante una larga temporada de lluvias, un labrador había sufrido la inundación de su cabaña.
Cuando su familia hubo agotado las provisiones, el campesino sacrifico sus ovejas. Días después llegó el turno a las
cabras.
—Tengo pena de sacrificar a todos mis animales —pensaba—. Pero no me queda otro remedio.
Las lluvias arreciaron y el labrador sacrifico sus bueyes.
Uno, de los varios perros que criaba, se dio cuenta del drama y advirtió a sus camaradas:
—Pronto nos tocará el turno, de modo que mejor es huir lejos; de lo contrario pasaremos a la barriga del amo y a la de sus hijos.
¡De prisa, no hay tiempo que perder!
Moraleja
Huir del peligro no es de valientes, pero sí de prudentes. Clic para tuitear
